Tramuntana - Sant Quirze del Vallès, Barcelona

Marcel Boixadera

La experiencia culinaria en el Tramuntana es simplemente deliciosa. Los platos reflejan cuidado y dedicación en su preparación, ofreciendo una variedad de opciones que satisfacen diferentes gustos.
La calidad de los ingredientes es evidente, y cada bocado es un placer para el paladar. Las camareras del Tramuntana no solo son profesionales, sino que también aportan una dosis extra de alegría y risas a nuestra experiencia. Su amabilidad y disposición hacen que cada visita sea especial, creando un ambiente acogedor que se siente como estar entre amigos.

Ignasi Muray

Sitio encantador, personal muy amable y super atento, al mismo tiempo cualificado.
Comida casera, en nuestro caso comimos un poco para picar: calamares a la romana, croquetas y una torrada de jamón ibérico, cortado al momento.
Totalmente recomendable!!

Edu “El Tarat”

Hace tiempo que somos clientes asiduos del fin de semana y la verdad es que nos han ganado desde el primer día tanto gastronomicamente como por el trato tan familiar que nos han dado.
Cris siempre con una sonrisa, atenta de que todo salga bien y estemos agusto, Marcos ("mi viejo compañero de batallas culinarias") con su locura y su arte tras la trinchera cocinando, Mario desde hace poco que lo conocemos pero siempre dispuesto a servirte rápido para que no te falte de nada.
Hablemos de comida, tengo que destacar que soy fan de los morros, la tortilla de patatas y la salsa carbonara de Marcos todo espectacular y como reciente descubrimiento los fingers de pollo con la salsa casera de mostaza y miel. ¡TODO DE 10!
Este conjunto de buen hacer y buena vibración que transmite el personal hace la esencia de Tramuntana y hace del lugar un bar familiar y cercano.
Gracias por amenizarnos las tardes y que nos sintamos como en casa, no hace falta decir que repetiremos una y mil veces más.

David Zafra Diaz

La jefa es muy larga. Pedí un bocadillo partido por la mitad y la muy lista, por ser fino, me cobró dos mini bocadillos para meter 1,00€ mas en su bolsillo. La verdad eso se llama USURA. No vuelvo ni que me inviten. Lo peor es que encima le metía la bronca a su trabajadora diciendo que no puede hacer eso de cortar un bocadillo por la mitad. Lamentable.

Esther

He querido poner una reseña para destacar y agradecer el exquisito trato recibido por las dos camareras que nos han atendido. Un servicio EXCELENTE. Y el hombre de la barra también es atento, ya que al irnos también se despidió de nosotros. 5 estrellas

Noelia Monroy Florenciano

Hemos ido varias veces a picotear por la noche, y al final acabamos casi cenando de lo llenos que nos quedamos.

Solemos pedir lo de siempre, unos chocos y unas bravas, además de la bebida. Todo está espectacular y la cantidad es más que generosa, alguna vez no hemos podido acabarlo todo.

El servicio atención al cliente muy bueno, amables y atentos además de que te sirven rápido, al igual que la comida que llega muy rápido.

Muy recomendable. ?

Ainhoa Domingo

Ayer fuimos a cenar y la verdad NO repetiré. Pedimos: huevos estrellados con jamón y las patatas estaban secas con sabor a pescado y el jamón era una tira dura como la madera, el huevo no se rompía y ni se deshacía...fatal. Las alcachofas no nos gustaron nada. Los nachos estaban bien ...pero la ración justa, y las bravas igual, patatas secas y ración justa. Nunca he puesto una reseña negativa en ningún lugar, y veo que al propietario no le parecen bien y siempre contesta ofendido en vez de buscar solución al servicio de cocina. Pediría por favor un poco de autocrítica. Me sabe mal, pero quedamos decepcionados.

Fucked-up Travelers

Una amiga me había hablado de sus hamburguesas y, tras un paseo por Sant Quirze, paramos a preguntar por como gestionaban los alérgenos. Lo que nos contó la camarera fue realmente tranquilizador y decidimos quedarnos. No tenían pan sin gluten, por tanto, preferí probar otros platos. Pedí una ensalada Tramuntana (sin anchoas) y unos huevos estrellados (de los que no hice foto). Ambos platos estaban muy bien presentados y eran raciones abundantes. Además, no había riesgo de contaminación cruzada con las patatas fritas porque las hacen a parte. De postre, pedí unas trufas sin nata. ¡También eran sin gluten! ¡Cuándo vuelva a Sant Quirze ya sé dónde ir a comer!