Restaurante Porto dos Barcos - Viladesuso, Pontevedra

ROXELIO MARIÑO

Restaurante en una bonita localización con buenas vistas al mar.
Muy buena atención y excelente materia prima.
Muy buena selección de vinos de varias denominaciones de origen a precios razonables.
El resumen de la comida sería atención y producto de 5 estrellas, elaboración de 4 estrellas y precio de 3 estrellas.
Te reciben con una copa de vino, eliges el vino bien asesorado y te traen la carta para pedir la comida.
En ese momento te das cuenta de que algunos precios son aún mas altos que la calidad de los productos.
La vajilla de Vista Alegre, Portugal, muy bonita.
Las sillas, para mí, son algo menos cómodas de lo deseable.
Íbamos a pedir un bogavante frito, uno de los platos estrella de la casa y dos raciones de mero. Le pregunté al camarero si podía ser una ración compartida y nos dijo que si que la servía en dos trozos en dos platos y así probábamos el mero y 200 gramos de camarones.
Descartamos los percebes porque tenían una pinta tan impresionante como su precio, 360 euros el kg.
El bogavante muy rico, los camarones recién cocidos pero nada excepcional y el mero, en mi opinión, de muy buena calidad pero demasiado hecho.
El acompañamiento del bogavante eran patatas fritas, en nuestro caso sin huevo, y con el mero un poco de lechuga fuerte con cebolla y patata cocida.
Con una botella de agua y una botella de un buen Godello El Aeronauta, recomendado, aunque hubiese disfrutado más mi primera opción Louro, nos cobraron 245,20 euros.
Indicar que nos cobraron dos raciones de mero, 69 euros en total, por dos trozos de mero que no creo que pasaran de los 200 gramos cada uno, y que al preguntarle por ese detalle al camarero responsable de la comanda, se limitó a decirnos que nos había puesto dos raciones, que nos había entendido mal.
Esa cantidad de comida por ese precio, aún con esa atención y en ese bonito lugar, me parece exagerado ya que puedes comer por menos dinero en muchos restaurantes con estrella Michelin de Galicia y en muchos restaurantes buenos de Vigo, Baiona o A Garda.
Lo recomiendo para un día que tengas un capricho, si no te importa el precio a pagar o si miras bien lo que pides.
Si algún día vuelvo, mejor nos tomamos dos botellas de vino de su buena bodega y procurar hacer una mejor selección de la comida, por ejemplo: empanada, navajas, etc, y así disfrutaremos del lugar y servicio tanto como hoy, pero a un precio más razonable.

B. Piz

Dejo 5 estrellas porque no puedo dejar 10.

Fuimos a cenar y llegamos un poco antes de la puesta de sol, que es obligatoria.

La comida buenísima. El ambiente de diez, tranquilo y relajado, sin música, para poder cenar y disfrutar. El trato inmejorable, buenas recomendaciones, amabílisimos y discretos.

Si estás haciendo el camino, te recomiendo que te guardes unos euros para poder darte el homenaje que te mereces en este sitio tan especial.

Espero que les vaya muy bien, porque ponen mucho cariño en todo.

beatriz c

Muy buen producto. Almejas XL lo mejor, ostras excelentes. El bogavante frito espectacular. Los percebes regular, carísimos para lo que son. Berberechos bien. Recomiendo leer la carta para tener bien claro el precio de cada cosa. Excelente atención. Todo muy caro, demasiado para comer al aire libre en Galicia. Pagamos 200€ por persona.

Ricardo Llavador

Un lugar espectacular, encima del mar, con un producto increíblemente fresco incluso para Galicia. La almeja fina cruda es casi de otro mundo.

A

Decepcionante
Nuestra experiencia no pudo ser peor.
íbamos de camino a Vigo y eran sobre las 21:00h. de un domingo.
Como ya conocía el restaurante se me ocurrió parar para saber si nos podían servir unos entrantes y uno vinos.
Al entrar fuimos hasta la terraza para ver las maravillosas vistas que ofrece el océano, y cuando vino el gerente a recibirnos le preguntamos si podíamos sentarnos a tomar algo. Dijo que ahí no, Que era solo para cenas y además tenía las mesas reservadas.
Nos acompañó más hacia atrás y nos ofreció sentarnos en un sofá de la terraza ;
Cuando nos tomó la comanda y vió que queríamos tomar unos entrantes y unos vinos, rectificó y dijo que entonces si podíamos ir a la mesa ...así que nos levantamos y fuimos de nuevo a la mesa del principio ...
Nos trajo la carta sugiriéndonos también lo que había fuera de ella y elegimos, pero casualmente no tenía ninguna de las dos opciones ( se le habían terminado) así que nos dejamos guiar por su recomendación y escogimos de primero empanada y de segundo luras en su tinta con cebolla " pochadita"..tal cual nos lo describió.
Para los vinos no hay carta y nos dejamos asesorar.
De la empanada puedo decir que estaba fría y no se notaba fresca, de sabor relativamente buena, (la ración pequeña)
Cuando recogieron los servicios para traer el segundo plato, nos sugirieron pedir pan ,para ( mojar el la salsita) y así lo hicimos, aparte de pedir dos copas más de vino.
Nos sirvieron las luras con todo el peloteo característico del restaurante, con un sinfín de " señoresss" en cada frase.
Al probar el plato nos dimos cuenta de que la cebolla lejos de estar "pochadita" estaba dura, salteada, ya que se partía con dificultad
Se lo comentamos y se llevaron el plato diciendo que nadie había protestado y que a todos los clientes estaban encantados con el.
Al llegar a cocina , se podían oír la protesta del cociner@ alegando que estaba perfecto ( y eso que estábamos a bastantes metros)
A los 5mn volvieron con un plato nuevo, y al probarlo notamos en la cebolla un regusto a quemado, como si le hubiesen metido fuego alto para liberarse del problema cuanto antes, se lo dijimos y no les sentó nada bien, sólo lo probamos y decidimos que lo retiraran , sin comer absolutamente nada.
Así lo hicieron.
Terminamos el vino y pedimos la cuenta.
Para nuestra sorpresa en los 58€ del cargo estaba incluido el plato mal cocinado, así que le preguntamos al camarero qué había ocurrido... Se fué
diciendo que se lo comentaría al responsable.
Vino el dueño que nos recibió al entrar, y nos aseguro que el plato estaba perfectamente ejecutado y que nadie se había quejado, pero en vista de de nuestro descontento lo eliminaría de la cuenta.
Finalmente pagamos 39€ por una tapa de empanada fría que no era del día, cuatro copas de vino y una ración de pan que nos recomendaron para mojar la salsa y por supuesto quedó intacta.

Nadie vino a recoger la mesa disculparse o despedirse .

En resumen, un gerente con ínfulas de grandeza y cero tacto con el cliente
que cree que el éxito del restaurante se reduce a la buena ubicación que tiene
sin darle importancia a la buena preparación del producto, la diplomacia y una pizca de humildad.

No lo recomiendo

Ana N

Se puede disfrutar de unas maravillosas vistas y puestas de sol si hace buen tiempo. El sitio tiene mucho encanto por la noche. El marisco es espectacular. Nos gustó mucho la tortilla de pulpo y las luras de la Ría en su tinta. Hacen el bogavante frito riquísimo. No es barato.

JOSE SOBRINO

La calidad del producto es inmejorable, sumado a su cocina, hace que todos sus platos sean espectaculares.
Si a esto se le añade que todo el servicio es excelente, en especial destacamos a Martiño, hace que la visita a este restaurante sea inolvidable. Enhorabuena Quique por tu restaurante y tu equipo!

Ivanna

Muy buena experiencia, tanto en comida como en ambiente, servicio, vistas. Pedimos varias cosas para picar, lo mejor los calamares y el ceviche. También pedimos un carabinero y una langosta frita y ambos espectaculares, acompañados con patatas riquísimas. De postre la tarta de natas y fresa, el brownie con cheesecake y una tarta de Santiago, todo muy rico. No es un lugar barato, pero merece la pena probarlo.