Restaurante Coll de Sa Bataia - Escorca, Balearic Islands

David Díez

Lo visito sobre todo cuando subo en bici y pedimos su espectacular pa amb oli pagès que ofrecen todo el día, por 7,5€. Por lo que conozco, no hay nada que se le iguale por ese precio.
Muy buenas las tartas caseras

Fernando de Angulo

Un clásico para hacer una parada en el camino, degustar un exquisito plato de la rica gastronomía de montaña mallorquina, como su cabrito asado al horno o un sencillo y no menos apetecible pa amb oli. Tambien es un buen lugar para acabar una excursión por la Serra de Tramuntana tomando un refresco o unas cervezas. En temporada de cicloturismo es lugar de peregrinación de los miles de aficionados que recorren las carreteras de la montaña mallorquina en busca de una reconfortante pausa en el camino.

Desideria Pez

El arroz brut típico de la isla es exquisito! La atención buena, en la gasolinera que hay adosada al restaurante regentada por los mismos propietarios, tienen herramientas para los ciclistas! Incluso un caballete para subsanar cualquier avería... y gratis 😉

Diana García

Pedi una paella y se ve que como con esto no ponen aceitunas no me tocan
... solo con bocadillos
me tome una caña queria esperar la paella picando algo me parece fatal pedirselas aún diciendo que las vas a pagar y que se hagan los locos

Javier Colombás

Desde que lo dejaron los anteriores dueños, no vale la pena ir. Es un apéndice de la gasolinera y sólo vale la pena parar para comprar alguna bebida o tomarse un café.

Javier Ruiz Villaoslada

Me he llevado una gran sorpresa. Bocatas riquísimos a muy buen precio. Trato muy bueno.

Juan Angel Martinez

Ya no es lo que era... olvidaros de los pam amb oli que hacian, ni el cordero, ni arroz brut...
No atienden las mesas, hay que pedir y pagar dentro
Si quieres algo mas, levantate y vuelve a pedir y pagar adentro
La carta es muy pobre , nada que te vaya a sorprender como antes
Una pena la verdad

Sergio Goca

Una verdadera pena.

Buen emplazamiento en carretera de montaña, a primera vista bien pensado y organizado. La muchedumbre invita a entrar. El problema llega cuando te das cuenta que tardas mas de 30 min en ser servido. Con escaso personal pretenden atender un número infame de mesas junto a una carta diseñada para dos públicos distintos, ciclistas y turismos, por lo cual la atención a los mismos también se ve perjudicada. La comida sale fría donde entrantes y segundos llegan al mismo tiempo, tras una espera demasiado larga. El trato es despreocupado y terminan tratando al cliente como si fuese