Cantalejo Restaurante - Madrid, Madrid

Cantalejo Restaurante es una opción recomendable para aquellos que buscan disfrutar de una buena comida en el corazón de Madrid. Ubicado en la Calle de Fernando el Católico, 5, Chamberí, 28015 Madrid, España, este restaurante es fácilmente accesible en transporte público y ofrece estacionamiento cercano.

El restaurante ofrece una amplia variedad de opciones en su menú, lo que lo convierte en una opción ideal para grupos con diferentes preferencias culinarias. Sus especialidades incluyen una gran variedad de platos, desde opciones saludables hasta opciones reconfortantes y abundantes. El menú también incluye opciones sin gluten y vegetarianas.

Cantalejo Restaurante cuenta con instalaciones accesibles para personas en silla de ruedas y es un lugar ideal para ir con niños. Además, el restaurante ofrece opciones de entrega a domicilio y para llevar, lo que lo hace conveniente para aquellos que prefieren disfrutar de su comida en la comodidad de su hogar.

El ambiente del restaurante es agradable e informal, lo que lo hace perfecto para una comida tranquila o una reunión con amigos. El restaurante también cuenta con un bar completo, ofreciendo una selección de cervezas, vinos y bebidas fuertes. Además, Cantalejo Restaurante acepta reservaciones y ofrece opciones de pago flexibles, incluyendo tarjetas de crédito, débito y pagos móviles mediante NFC.

Las opiniones de Cantalejo Restaurante son en su mayoría positivas, con una opinión media de 3.8/5 según Google My Business. Los comensales han elogiado la comida, el servicio y el ambiente del restaurante. Algunos han señalado que el precio es un poco elevado, pero la mayoría está de acuerdo en que la calidad de la comida justifica el costo.

Opiniones de Cantalejo Restaurante

Deni Lloper

3/5

Comimos de menú y bastante bien Sirven rápido. No había mucha gente, y se come bien.
Cuando hay mas gente se descontrola un poco.

Pilar Alvarez Romero

5/5

Sitio de comida casera. Buen menú. Muy aconsejable.
Estaba todo tan rico y lo disfruté tanto que me olvidé de hacer fotos.
Pero como seguro que volveré prometo subir algunas
Todo el personal encantadores, atentos y buen servicio.
Lo recomiendo.

magnolia gomez

1/5

Llegue una mañana a desayunar y el camarero un hombre de unos 60 años, bastante amargado y poco atento con quien el quería claro. Pedí un café, barrita con tomate y zumo de naranja, vamos un desayuno normal y corriente, aparte que el café es malo y me cobro 6 80 una barbaridad. Cuando 2 portales mas arriba un desayuno asi y con camareros amables no cuesta mas de 5 € . No lo recomiendo

Alejandro Calabria aguado

1/5

Entre para comer de menú , veo que se va una pareja y el camarero retira el mantel de tela y lo sacude para volverlo a ponerlo en la mesa donde yo me voy a sentar un buen gesto de limpieza , a claro que venía vestido de trabajador , el menú sin más ; patatas de bolsa una pasta normalita mucha suerte pero yo no vuelvo .
Los detalles son los que marcan la diferencia

BEATRIZ FERNANDEZ

3/5

Elegimos este bar porque estaba alejado del rastro y así evitábamos colas de espera y masificaciones varias. Tomamos un doble y un refresco con una ración de patatas mixtas, nada generosa. La tapa que acompañaba a la bebida pues más de lo mismo. Imposible remolonear y quedarte sentado al sol en la terraza si has terminado tu consumición.

juan manuel hohr de miguel

1/5

Menú muy deficiente. Prácticamente me echaron antes de acabar el café. Decían que para tomar Menú ya había estado suficiente rato. Primera vez en la vida que me pasa.

Alejandra Chito Blanco

3/5

Bar tradicional con barra de aluminio y buenas tapas de pago. Sirven tapa con la bebida pero no están muy allá. Los bocadillos son muy grandes y están muy bien de precio. El bocadillo de pollo por 6€ es suficiente para comer. Personal amable y cañas bien echadas.

ivan lorenzo

1/5

Local a evitar como si de la peste se tratase.
Sábado, 9:50 a.m. Entro, digo buenos días, pocos clientes presentes, el camarero me ve y me ignora. Lo normal, es que cuando saludas y el camarero te ve, te pregunte lo que deseas. Ni por asomo. Pasa por delante de mi con una botella de coñac para servir a un cliente a mi lado y me sigue ignorando. Entra una señora después de mí, se sienta a mi lado y automáticamente le pregunta que desea. Supongo que si llevas la cabeza afeitada, barba de varios días, estás limpio y no hueles mal es algo demasiado para el camarero que debe esperar que sus clientes sean de la nobleza o de alta cuna. Un asco de local. Para no volver jamás y no visitarlo si nunca has ido.