Via Veneto - Barcelona, Barcelona

Carmen C

Es un clásico imprescindible de Barcelona, con una estrella Michelin desde hace años.
Hoy he ido por tercera vez en un margen de 20 años, apenas ha cambiado nada, la imagen y la decoración siguen siendo la misma con aparca coches uniformado en la puerta, los cortinajes que tapan las ventanas el guardarropa a la entrada como una diiscoteca, los techos acolchados, los sofás, los espejos, esa imagen de la belle pop.
La mayoría del personal sigue siendo el mismo de mi primera visita, lo cual me gusta, porque hacerse mayor no significa dejar de hacer bien tu trabajo.
El público es en general de edad madura, muchos clientes habituales, el restaurante dispone de reservados para eventos.
El servicio es muy profesional, con sus uniformes con pajarita, su cubertería de alpaca y su atención constante por todos los comensales.
La comida esta muy buena, cocina catalana, una carta corta, pero adecuada y un menú de degustación muy correcto y es una buena opción a la hora de pedir.
No perderse la historia de propietario todo un reto de superación y trabajo y si es posible que os ensanchen la bodega, que es una joya a la altura de las más grandes.
Es un restaurante caro, pero como cualquiera con estrella y el trato y la comida son exquisitos.

David Gómez Rojo

Experiencia altamente recomendable. Pedimos el gran menú degustación en el que todos los platos fueron exquisitos.
No puedo valorarlo con 5 estrellas ya que el ritmo de platos fue correcto al principio pero se ralentizó mucho en los tres últimos, la persona que nos estaba sirviendo parecía agobiada y ya no presentaba los platos de la manera que pudimos oír que si hicieron otros compañeros; tomando por ejemplo el postre que fue un “flan de vainilla” cuando para la mesa contigua tuvo todo un relato (aparentemente era el mismo postre).
Una pena, hubiera sido de 5/5.

Enric Ribera Gabandé

Es, sin ninguna clase de dudas, uno de los grandes restaurantes de España, por el ingenio de los platos que prepara, por el impecable servicio que ofrecen y por larga e importante historia que reúne. Lo recomiendo totalmente.

Nuria Aluart

¡Impecable! Restaurante encantador y emblemático, cocina perfectamente elaborada y deliciosa… personal de lo más profesional de la ciudad. Un placer volver siempre

José María Martos García

Hoy hace 1 año que celebramos nuestro 27 aniversario de nuestra boda, lo celebramos en Vía Veneto y quedamos totalmente satisfechos de la experiencia.
Comida de 10, servicio de 10, en un ambiente magnífico...!!?
Muchas gracias a Javier y Diana por el trato recibido, nos hicisteis sentir super bien. Inolvidable...!!!
Volveremos.

Maria Ochoa de Olza

El servicio es muy atento, muy educado y muy servicial. La calidad de la comida es excelente y la presentación inmejorable. Escogimos un clásico (pato à la presse) que nos sorprendió muy gratamente: utilizan una técnica ancestral francesa que muy pocos restaurantes utilizan a día de hoy. Repetiremos sin duda.

Fco. Javier Herrera Briones

Un clásico en España. Restaurante con una historia increíble. Una comida afrancesada de gran calidad y una sala como ya no se ve por el mundo. Servicio excepcional, atención excelente, siempre pendientes pero sin agobiarte. Da gusto ir a un sitio así donde el comensal sea el protagonista y no el chef o el restaurante. La comida no puede ser más refinada. Empezamos con una ensalada Caprese con bogavante acompañado de un helado de albahaca. Un aliño perfecto, el marisco de cocción excelente y muy sabroso. Los tomates pelados y la burrata excepcional. Continuamos con un coulant de alcachofas relleno de yema de Calaf y straccitella con un toque de trufa. Preparación alucinante para reinterpretar unas alcachofas. Puro sabor plato perfecto. Los dos principales fueron clásicos de la casa. Un pato a la prensa preparado en sala. El pato increíblemente preparado. Asado, con su piel crujiente pero la carne jugosa. La salsa obtenida del caparazón algo muy especial. Es difícil encontrar está preparación hoy en día. De acompañamiento una bechamel ligera con endivias y encurtidos que acompañaban muy bien a la grada del pato. Por último un pichón Wellington. Las pechugas con el hojaldre y los muslos crujientes con una salsa de setas. Otro espectáculo. No se pueden elaborar platos más elegantes y refinados.
De postre una naranja pelada en la sala y unos crepes suzette también preparados al momento. Ambos excepcionales. Da gusto ver una carta donde se preparen tantos platos en sala. Un indispensable para los que les guste la buena mesa, con un toque clásico pero no rancio. Y el servicio en sala no tiene nombre. Sin duda un sitio para ir de vez en cuando a recordar lo que es un buen RESTAURANTE.

Juan BF

El sitio en general está bien es muy íntimo la atención de los camareros es inmejorable.

Prestan muchísima atención a todo lo que necesitas y se dedican en cuerpo y alma a explicarte los platos.

La comida como es normal es buena nosotros probamos el menú degustación con maridaje.

Dos personas pagamos en torno a 400 euros. Lo esperado en un restaurante de categoría si estás acostumbrado a ir a visitarlos.

Siendo muy buena la comida tengo que decir que al menos en Barcelona por esa cantidad o menos se puede comer mejor en otros sitios.

Si tienes ganas de tener una cena romántica con ambiente Setentero, íntimo. El sitio está muy bien.